La línea de Saturno o línea del destino
La línea de Saturno es una línea vertical que se dirige hacia el dedo medio o dedo de Saturno. También se llama línea del destino.
Nos habla de si somos conscientes de quienes somos, de nuestra identidad y de nuestra meta. Es la dirección que tomamos en la vida. Es nuestra visión a largo plazo.
Saturno es la disciplina y la perseverancia que necesitamos para cumplir nuestros sueños
Una línea recta que parte de la base de la palma de la mano y llega sin interrupciones hasta el monte de Saturno (debajo del dedo medio) es poco común. Suele encontrarse en manos de personas que desde pequeño tienen las ideas muy claras de lo que quieren hacer en la vida. Son personas decididas y entregadas, con mucha perseverancia.
Línea de Saturno ideal
Diferentes orígenes de la línea de Saturno
La línea de Saturno puede empezar en cualquier parte de la mano. Su origen nos indica la intensión con la cual queremos trabajar.
Origen en el monte de la Luna
Origen en el monte de Ketu
Origen en el monte de Ketu
Origen en el monte de Venus
Origen el la línea de la vida
Origen línea de la mente
Origen en la línea del corazón
Formación de la línea de Saturno
Cuanto más larga es nuestra línea del destino, más responsable y fiable somos. Tenemos una visión a largo plazo y somos pacientes.
Pero si la línea de Saturno es demasiada larga y se adentra hasta el dedo de Saturno es una señal que trabajamos demasiado, hasta arriesgar nuestra salud y nuestra vida profesional.
Si la línea del destino es corta, necesitamos volver a encontrar una inspiración.
Una sola línea de Saturno significa una meta, una carrera, un destino.
Muchas líneas del destino puede significar que tenemos demasiadas elecciones y puede que nos falte la perseverancia. En ese caso es importante enfocarnos en una sola meta para no dispersarnos.
Una línea del destino ondulada es indecisión.
Una línea del destino rota es un cambio. Durante ese cambio si no hay línea podemos sentirnos perdido.
No tener una línea de destino no significa que no tengamos «ninguna dirección» o que estemos desmotivados, sino que es más probable que preferimos tomar la vida como viene, no limitada por ninguna demanda, responsabilidad o propósito. Vivimos al día a día .