Pranayama, control de la respiración

Controlar nuestra respiración para vivir mejor

La respiración

Nuestra vida empieza por una respiración. Según la tradición yóguica, cada uno de nosotros nacemos con un número contado de respiraciones. Cuando agotamos nuestra cuenta, nos morimos. Hace millones de años que los yoguis lo saben y estudian nuestra manera de respirar. Dicen que una persona con una respiración rápida y superficial agotará su cuenta más rápidamente. Pero si al contrario controlamos nuestra respiración de manera consciente, o sea si nuestra respiración es más lenta y profunda, aumentaremos nuestra cuenta y viviremos mejor y mucho más tiempo.

Control de la respiración en la tradición yóguica. Nuestra cuenta de respiraciones a lo largo de la vida

Pero desgraciadamente, la mayoría de nosotros no somos conscientes de nuestra respiración. Malgastamos nuestra cuenta más preciada cada día, sin pensar!

Algunos datos científicos sobre la respiración.

Según la medicina, la frecuencia respiratoria para mantenernos en buena salud es de 12 respiraciones por minutos.

Pero la mayoría de los adultos del mundo occidental tiene un ritmo de entre 15 y 25 respiraciones por minutos. El estrés, las enfermedades, la obesidad, la falta de ejercicio, la vida moderna en general aumenta ese ritmo de manera considerable hasta dejarnos sin aliento.

Para vivir más tiempo tenemos que respirar menos.

Y los yoguis lo saben perfectamente. Respirar lento y profundamente aumenta de manera considerable la calidad de vida. Nuestro corazón es más sano y fuerte, nuestros pensamientos claros. Nos concentramos mejor y nuestra vida es más sana y longeva.

¿ Que es el Prana?

Los escritos védicos, los más antiguos y sagrados de la India, con más de 5000 años de antigüedad, (origen del Yoga, de la Astrología , de la Quirología o la Ayurveda), definieron el prana como » el movimiento constante existiendo antes del átomo».

Según los Védas, la fuerza de la vida pránica está presente en toda la materia por ondas de energía molecular en constante vibración. Cada átomo, célula o molécula es la prolongación del Prana, al igual que una ola es el prolongamiento del mar.

Según los yoguis, esa energía pránica nace en la base de nuestra columna vertebral. El Prana entra en nosotros en el momento de la concepción. La respiración llega justo al momento de nacer.

Cuando una persona vibra de manera sana, en harmonía, y llena de amor sabemos que su prana es fluido y bien dirigido. Emana una pureza espiritual que actúa como un imán que nos atrae de manera instintiva.

En cambio, si hay un desequilibrio físico, mental o espiritual en una persona, significa que hay un bloqueo o una perturbación en su flujo pránico.

Si aprendemos a controlar el flujo de nuestra propia fuerza vital, nuestro prana, podremos mejorar nuestra salud física, mental y espiritual. Gracias al yoga, a la meditación y a técnicas de respiración podremos controlar nuestro prana y asi activar nuestros centros energeticos, los Chakras.

Controlar el prana nos ayudará a elegir un destino más placentero para vivir una vida en harmonía.

El Pranayama: controlar nuestra respiración

Pranayama es una palabra en sánscrito que significa «control de la respiración».

Es decir controlar el flujo del prana a través de la respiración.

La manera y la calidad de nuestra respiración tiene un impacto directo en lo que hacemos, decimos pensamos y sentimos. Si nuestra respiración es irregular nuestra vida también lo es. Por eso si queremos aspirar a la felicidad tenemos que empezar a aprender a respirar de manera consciente.

Nuestra respiración tiene el poder de disolver las dudas , fobias y miedos que nublan nuestra mente y interfieren en nuestra salud, nuestra alegría y felicidad .

Nuestra respiración se puede ver en las manos

Nuestras manos nunca mienten. Ellas reflejan la verdad de nuestra vida. En nuestras manos podemos ver la calidad de nuestros pensamientos, actos o emociones y por ende la calidad de nuestra respiración et de nuestro flujo pránico.

Si en una huella vemos que hay infinidades de líneas finas como tela de araña, sabemos que la persona respira de manera superficial y entrecortada. Todas esas líneas son líneas de ansiedad que nos avisan que nuestra fuerza pránica está bloqueada y que la persona depende de una energía nerviosa que pone en peligro su salud mental, emocional y física.

Si practicamos 20 minutos al día el pranayama, retomaremos el control de nuestra vida y cambiaremos nuestro destino.

Publicaciones Similares