quirología védica como ciencia

Ciencia sin conciencia no es más que la ruina del alma

La quirología védica como ciencia nos proporciona datos objetivos, fiables, observables y reproducibles para identificar partes del carácter de una persona.

Así sabemos que lo redondo es cálido, lo liso espontáneo, y lo nudoso analítico. Que una línea del corazón larga y curva es idealista y amorosa, que la línea de la cabeza unida a la línea de la vida es signo de reserva. Sin embargo, cuando está separada, indica impulsividad e independencia. Los dedos largos entran en detalles, los cortos son impacientes, el índice puntiagudo señala y ordena, y el dedo meñique largo comunica con fluidez. Voy a parar la lista aquí. Todo esto es cierto y puedes comprobarlo cientos de veces. Así es la ciencia que establece leyes inmutables y 100% aplicables.

Pero la quirología védica como ciencia va más allá. Nos ayuda a conocer cada recoveco que forma la marioneta que somos y atribuirle todo lo que hay de humano en el hombre: su historia, su personalidad, sus sentimientos, sus amores, sus aspiraciones espirituales.

En efecto, no somos un montón de células. Somos vida consciente en un cuerpo.
Todo el arte de la quirología consiste entonces en considerar en su totalidad, seres de carne y hueso, habitados por sentimientos y pasiones, que tienen su propia historia, peculiaridades que sólo a ellos pertenecen; personas que tienen puntos fuertes, débiles, y que buscan armonizarlos.

Publicaciones Similares